EXFOLIANTE DE SAL DEL HIMALAYA

Cómo utilizar:

1. Prepara tu piel: Empieza por utilizar agua tibia para suavizar la piel, ya sea en la ducha o en la bañera.
2. Aplica el Exfoliante: Coge una cantidad generosa del exfoliante y aplícatelo en el cuerpo con movimientos circulares, presionando suavemente.
3. Concéntrate en las zonas ásperas: Concéntrate en las zonas propensas a la sequedad o aspereza, como codos, rodillas y talones.
4. Masajea: Continúa masajeando la piel con el exfoliante durante unos minutos, para que las partículas exfoliantes eliminen las células muertas.
5. Aclara a fondo: Aclara a fondo con agua tibia, asegurándote de eliminar todos los restos del exfoliante.
6. Seca e hidrata: Sécate la piel a golpecitos con una toalla suave y sigue con tu crema hidratante favorita para una hidratación extra.

Precaución:

• Sólo para uso externo: Evita la ingestión y mantén el producto fuera del alcance de los niños.
• Almacenamiento adecuado: Almacena el exfoliante lejos de la luz solar directa para preservar su calidad.
• Contacto con los ojos: Evitar el contacto con los ojos; en caso de contacto, aclarar con abundante agua.
• Se recomienda la prueba del parche: Realiza una prueba del parche antes del uso inicial si tienes alergias conocidas a alguno de los ingredientes.
• Evita la piel inflamada o herida: Abstente de aplicar el exfoliante sobre piel inflamada o herida.
• Interrumpir el uso si se produce irritación: Si se produce irritación, interrumpe su uso y consulta a un médico si los síntomas persisten.
• «Más información sobre por qué es beneficioso exfoliarse con sal del Himalaya».